Santarém es la animada capital de Ribatejo; en contraste con Alentejo, las inmensas llanuras verdes se extienden hasta el horizonte, a menudo inundadas por el río Tajo.
La región entera está orgullosa de su tradicional cría de caballos y toros de lidia; las corridas de toros de esta ciudad son famosas, así como su gran feria agrícola anual.
Santarém, por sí misma, ofrece iglesias interesantes y los bien conocidos jardines de las Puertas del Sol, encerrados en las paredes medievales de la ciudad, con magníficas vistas sobre el río e las inconmensurables llanuras circundantes.
Golegã es un pueblo tranquilo que en noviembre reúne muchedumbres de amantes de los caballos en su colorida feria equina anual.
Las extensas y fecundas llanuras, también conocidas como lezíria, ofrecen otros sitios de interés, como Alpiarça, con su fina iglesia, y la Casa Museu dos Patudos (un museo con una exquisita colección de arte y azulejos decorativos), o Almeirim, conocido por sus vinos, y, muy especialmente, por la sopa de pedra (sopa de piedra, hecha con carne y verduras, según la leyenda de un monje mendigo).
En el mismo distrito, no debe pasarse por alto Tomar, una pequeña y apacible ciudad, con el encanto de sus estrechas calles empedradas en la ciudad vieja y bonitos jardines, bañados por el río Nabão.
Sin embargo, la atracción principal de Tomar es el Convento de Cristo, un monasterio deslumbrante, con iglesia, claustros y castillo construidos en varios estilos, fundado en 1162 por el gran maestre del Temple.
Cerca de Tomar también se puede disfrutar de paseos en barco, de la pesca y de los deportes acuáticos en el gran embalse de Castelo de Bode, rodeado de pequeños pueblos aislados y bosques de eucalipto, o ir al Santuario de Fátima, donde se dice que la Virgen María se apareció a tres niños pastores; este lugar atrae miles de peregrinos cada año, especialmente en los días 13 de los meses de mayo, agosto y octubre.
La región entera está orgullosa de su tradicional cría de caballos y toros de lidia; las corridas de toros de esta ciudad son famosas, así como su gran feria agrícola anual.
Santarém, por sí misma, ofrece iglesias interesantes y los bien conocidos jardines de las Puertas del Sol, encerrados en las paredes medievales de la ciudad, con magníficas vistas sobre el río e las inconmensurables llanuras circundantes.
Golegã es un pueblo tranquilo que en noviembre reúne muchedumbres de amantes de los caballos en su colorida feria equina anual.
Las extensas y fecundas llanuras, también conocidas como lezíria, ofrecen otros sitios de interés, como Alpiarça, con su fina iglesia, y la Casa Museu dos Patudos (un museo con una exquisita colección de arte y azulejos decorativos), o Almeirim, conocido por sus vinos, y, muy especialmente, por la sopa de pedra (sopa de piedra, hecha con carne y verduras, según la leyenda de un monje mendigo).
En el mismo distrito, no debe pasarse por alto Tomar, una pequeña y apacible ciudad, con el encanto de sus estrechas calles empedradas en la ciudad vieja y bonitos jardines, bañados por el río Nabão.
Sin embargo, la atracción principal de Tomar es el Convento de Cristo, un monasterio deslumbrante, con iglesia, claustros y castillo construidos en varios estilos, fundado en 1162 por el gran maestre del Temple.
Cerca de Tomar también se puede disfrutar de paseos en barco, de la pesca y de los deportes acuáticos en el gran embalse de Castelo de Bode, rodeado de pequeños pueblos aislados y bosques de eucalipto, o ir al Santuario de Fátima, donde se dice que la Virgen María se apareció a tres niños pastores; este lugar atrae miles de peregrinos cada año, especialmente en los días 13 de los meses de mayo, agosto y octubre.
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