El amor es física; el matrimonio química.
El amor es quien inspira las grandes empresas y quien estorba su cumplimiento.
El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos y, a menudo, tres.
La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.
No llego a comprender porqué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación.
Para toda clase de males hay dos remedios: el tiempo y el silencio.
Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
Prefiero los malvados imbéciles. Aquellos, al menos, dejan algún respiro.
Quien lee sabe mucho; pero quien observa sabe todavía más.
Si dejáis translucir vuestra necesidad, nadie os dará nada; para hacer fortuna, hay que presumir de rico.
lunes, 18 de junio de 2007
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