jueves, 17 de mayo de 2007

Edimburgo



Enclavada entre la bruma de las Highlands, en puro granito y madera, se yergue intacta la antigua Old Town de Edimburgo. A los pies la elegancia de la Ciudad Nueva es excusa perfecta para resaltar el contraste. Edimburgo capital de Escocia, se encuentra enclavada entre las colinas Pentland y el estuario del Fort, una situación que da a la llegada del visitante una vista sorprendente y diferente desde cualquier cardinal. Tiene un máximo de medio millón de habitantes incluyendo los alrededores aunque comprobar incluye todo lo que se espera de una gran capital, eso si concentrado en un espacio relativamente pequeño. Su emplazamiento es bastante curioso ya que se encuentra a un par de kilómetros del mar entre siete u ocho colinas de origen volcánico, . El mar es en realidad una ría que se conoce como Firth of the Forth ( Firth es ría en escocés y Forth es el nombre del río que desemboca allí). Si tienes tiempo vale la pena acercarse al puente ferroviario que cruza al antiguo reino de Fife. Está a unos quince kilómetros del centro y fue construido por un ingeniero contemporáneo de Eifel el cual vino a su inauguración.


Es una ciudad que deberíais visitar, os la recomiendo, por experiencia propia, yo estoy enamorado de esa ciudad, aunque de esto no os podéis fiar ya que me enamoro facilmente......

La gente es agradable, charlatana y si puede te ayuda en todo lo posible, una ciudad que para mi tiene un olor especial, no se si a comida o algo parecido pero huele bien....

El único problema que hay no tiene nada que ver con la ciudad, son las costumbres, el horario, se come demasiado temprano y luego rugen las tripas....

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